Cadena de oración para darle tantito sentido común
México.- Nadie cambia en realidad, ¿estamos de acuerdo? Por más que tu madre intente por décadas cambiar la maldita maña de tu padre de masticar con la boca abierta, las personas se quedan tal y como fueron después de pasar, digamos los 14 años.
Este fue el caso de Mauricio Clark, reportero de espectáculos declarado oficialmente homosexual y oficialmente marihuano drogadicto.
Después de rehabilitarse, regresó en forma de santísimo cristiano que solo busca la conciliación con Jesucristo nuestro señor, amén.
Miles se burlaron, muchos lo acusaron de encontrar la verdadera máquina del tiempo y regresar a dos siglos antes de que existiera el sentido común para dejar a la gente en paz y aceptar cualquier tipo de tendencia sexual.
Y me crean o no, no tengo nada en contra de la comunidad gay, cada quien es responsable de su vida.
Quiero externarles mi amor y respeto y en lo que pueda ayudarles, cuentan sinceramente conmigo.
Se trata de ser felices, pues la vida es muy corta.
¡Dios nos bendice!
— Franco Clark 🇲🇽🇺🇸 (@clarketo) August 9, 2018
Sin embargo, ahí no paró la cosa con este Carmen Campuzano 2, ya que si revisas su perfil oficial de Twitter encontrarás más “palabra de Dios” que 28 abuelitas hiper católicas en misa de 9 a 10 todos los domingos.
Aunque fue un tuit en especial el que hizo reflexionar al internet sobre si debe o no seguir publicando. Aquí la prueba.
La homosexualidad es una moda.
— Franco Clark 🇲🇽🇺🇸 (@clarketo) August 9, 2018
Si lo que querías era hacer enojar a la gente, lo lograste. Si lo que querías era convertirte en un líder de opinión para propagar un discurso de intolerancia en pleno 2018, oh no, señor, váyase pero bien lejos.
Pero no lo decimos nosotros, sino el bello y siempre incluyente internet.
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Amigos, les recordamos la existencia del “dejar de seguir” es la manera más sencilla de vetar de sus vidas a este tipo de seres. Entonces, si este men no va a cambiar, por favor, no seas tu mamá regañando a tu padre durante 30 años, mejor abandónalo y dejemos de darle cuerda a este señor.
