¡La historia se repite! Aurrera puso sus TVs a 5 pesos por error y la gente secuestró el lugar como reclamo

La cuarta transformación aún no llega por aquí

Ciudad Juárez, Chihuahua.- El mundo es gandalla por excelencia, no por naturaleza pero sí por cultura reteaprendida. Bien se sabe que los eventos masivos de ofertas, o cualquier cosa que aparente ser más barata o gratis, nos enloquecen a todos y sea el buen fin o el grone viernes, todos quieren un poco de eso que Karime Macías llama “abundancia”.

Esto ocurrió en las últimas horas del día que anocheció, donde elementos de la Policía Federal acudieron a un desafortunado e ingenuo Bodega Aurrera donde, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, hubo pleitos, debates, dimes y diretes por poner los precios con punto decimal o con una inofensiva coma.

 

Las personas captaron el llamativo precio de 2, 3 y hasta 5 módicos pesos en la compra de una televisión de plasma de ochorromil pulgadas que, seamos logicos, nunca veríamos en esos precios, al menos no en México o en un Waldos a mitad de la madrugada. Así que abarataron sus carritos de cinco o seis teles cada uno y bien campantes se dirigieron a la caja.

Los clientes, molestos con el pinche sistema retrógrada que se cree la gran verga y nos ve la cara, se enojaron cuando los encargados trataron de corroborar el precio; entonces exigieron que se les respetara el costo que obviamente estaba mal

, hicieron berrinche y simplemente querían cosas gratis. Solo que olvidaron que los trabajadores son iguales a ellos y también son azotados por el pinche sistema retrógrada que se cree la gran verga.

Las personas, con todo y sus chanclas, mochilas, tlacuaches y sus niños, decidieron apartar y quedarse presentes en el lugar, incluso quedándose a dormir adentro hasta que la Procuraduría General del Consumidor les respetara sus derechos. Aquí pueden un brevísimo resumen.

Así que ya lo saben, aprovecharse del sistema tiene sus ventajas y consecuencias pero tratemos de exigir en el margen del sentido común. ¿Ustedes qué opinan? ¿Están en su derecho y se les debe cumplir cada tele a cinco pesitos o deben entender que el gandallismo tampoco está chido? Todos somos jueces en el mundo de las necesidades y en la dimensión del oportunismo.

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