¡Oh no, Dios no!
El Reino de los Cielos.- Luego de que ocho mujeres acusaran al actor norteamericano afroamericano octagenario Morgan Freeman, también conocido como Dios, de acoso, miles de creyentes reportan haber perdido la fe, según indican diversos medios fuera del Vaticano.
Es bien sabido que Morgan Freeman, famoso por sus interpretaciones en El Príncipe del Rap o Black Mambazo from the Outter Space, es la encarnación actual de Dios nuestro señor; sin embargo, luego de tantas décadas en la tierra, al Don le ha dado por andar de cochinote.
Al enterarse del escándalo, muchos de los creyentes de la religión católica apostólica y romana abandonaron de súbito su fe, pues le pueden permitir a su dios que mate a los que no piensan distinto, que destruya ciudades, que queme “brujas”, que mande diluvios, pero no que se ponga de viejito rabo-verde, mucho menos en tiempos del #MeToo.
Por lo pronto, la Academia hollywoodense ya ha expulsado al actor y le retiró todos sus Óscares, mientras que en todas las películas, series y documentales en las que ha prestado su voz será sustituido por Enrique Rocha.
El Papa Francisco, por su parte, no se ha pronunciado al respecto.