México.- Un hermoso y luchón solovino (perro callejero) ha entrado en una profunda crisis existencial tras descubrir que las piedras que le arrojan para asustarlo son invisibles, falsas, ilusorias, inexistentes.
Este escalofriante descubrimiento lo ha hecho replantearse múltiples conceptos sobre la vida: “si las piedras son invisibles, ¿mi miedo también es invisible, por lo tanto, yo soy invisible? ¿En un Universo alterno hay perros invisibles que son atacados con piedras reales? ¿Si una piedra invisible me alcanza, me saldrá sangre invisible o sangre real? ¿Las piedras invisibles sirven para construir iglesias invisibles donde se adoran a dioses que sí son reales?”, son algunas de las preguntas que rondan en la cabeza del lomito.
Las piedras invisibles han provocado en el perrito una repentina iluminación y la certeza absoluta de que somos producto de una inteligencia superior que nos está soñando, o, mejor dicho, nos está pesadillando.
Este perro afirmó que su manera de ver el mundo se ha vuelto intangible y enigmática. Además, afirmó que, si continúa con estas dudas existenciales, probablemente estudiará filosofía a fin de resolver todas sus inquietudes perrunas y, de paso, probar uno de esos pastelitos mágicos que venden en esa facultad.
Cuando un famoso caballo conversó con este lomito callejero, se percató de que sus dudas filosóficas podrían ser causadas por el hambre. “¿Estás metafísico?”, preguntó el caballo, “es que no como”, confesó el solovino.
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