Luego de su salida del Cruz Azul…
Meméxico.- Ayer por la tarde se informó que el Cruz Azul está a punto de rescindir el contrato a su fichaje bomba, Carlos Peña, el cual es el hombre que más cobra en la Liga MX y, para que se den una idea, percibe el mismo salario que Zlatan Ibrahimovic en LA Galaxy.
Lo anterior debido a que, según diversas fuentes, se le ha visto pistear en la concentración del Cruz Azul, orinarse en la macetas del hotel y hasta llevar a cotorrear a dos mujeres quienes, aparte de todo, le terminaron robando la cartera.
Carlos “Gullit” Peña, nació en Ciudad Victoria, Mataulipas el 29 de marzo de 1990, por lo que, como buen Aries, siempre fue rebelde y algo agresivo. A pesar de ello alguien en Pachuca le dijo que jugaba bien futbol y ni modo.
Este jugador jamás hizo nada importante y al menos ya se dieron cuenta en el Cruz Azul, por lo que quisimos hacerle un recuento de daños al “Gullit” para que todos dijeran ¿Cómo no nos dimos cuenta antes?
1. Debutó en Pachuca y lo abrieron, si fuera bueno como el Chucky, Gutiérrez o “El Conejo”, el equipo hidalguense lo hubiera mantenido desde un inicio.
2. Lo mandaron a la segunda división alv
3. Fue parte de un impresionante León que consiguió ascender a la primera división y ser bicampeón, gracias al juego colectivo, no por las individualidades. ¿Apoco Edwin Hernández o el “Gallito” Vázquez jugaron bien después de León?
4. Ya inflado, llegó a las Chivas por 8 millones de dólares (¿neta?) donde demostró su verdadero nivel: ninguno
5. Se vio involucrado en un escándalo que lo relacionaba sentimentalmente con una menor de edad, relación paralela a su matrimonio.
6. Regresó a León y volvió a la peda
7. Por alguna razón terminó en Europa, junto a otra sorpresa Eduardo “Tronco” Herrera, y lo corrieron por su bajo nivel… otra vez
8. Regresó a México como estrella, sueldazo incluido y volvió a no hacer nada más que irse por las banqueteras.
9. ¡Ahh! pero orina las macetas de un hotel y ya al fin notan que nunca jugó bien al futbol.
10. Spoiler: Terminará su carrera en Puebla o Atlante, donde nos olvidaremos de él
