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Restaurante de lujo se convierte en fonda cuando un cliente dice: “provechito”

El vino tinto se volvió agua de azúcar

México.- Un restaurante de cortes argentinos acompañados de espárragos y un buen vino, se convirtió en fondita de Godínez luego de que un comensal, al salir del establecimiento, dijera: “provechito” a otros clientes que se encontraban degustando su arrachera con papas al horno.

La transformación de lujoso restaurante a modesta fondita fue súbita y agarró desprevenidos a todos los que se encontraban ahí comiendo. Inmediatamente, los cortes finos comenzaron a convertirse en enchiladas verdes, tacos dorados de papa, milanesa de res y tortitas de carne en salsa verde.

Asimismo, las guarniciones especiales, como la ensalada con frutas del paraíso, o el puré con un toque de chistorra, se convirtieron en espagueti con queso Cotija y en arroz rojo con huevo estrellado arriba, bien frito.

Por su parte, los comensales, quienes eran altos funcionarios políticos, o académicos aristocráticos miembros del Sistema Nacional de Investigadores, se convirtieron repentinamente

en capturistas, trabajadores de seguros, redactores de oficina y demás puestos laborales propios del Godinazgo.

Desde luego, el vino tinto se convirtió en agua de azúcar (que según es agua de melón o limón o piña, pero que sólo sabe a una mezcla de azúcar y agua), y los postres gourmet se volvieron un pedazo de gelatina a medio cuajar y un plátano con crema.

Mientras tanto, los meseros que antes fingían un acento argentino comenzaron a hablar en perfecto acento chilango. Y las mesas y sillas que antes eran de cedro se volvieron mesas de plástico con mantel de cuadritos, también de plástico.

El comensal responsable de dicha transformación confesó que su propósito no era causar semejante metamorfosis en ese establecimiento, sino que sólo fue a comer ahí porque era quincena y, por pura inercia y costumbre godín, dijo “provechito” al momento de marcharse.

Lui

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