Transformación de un candidato, desde que anda besando viejitas en la calle hasta que es diputado
“Voy a abrazar a un niño, ten lista la cámara”
San Pedro de los Saguaros.- En la Social Democracia en la que vivimos, ningún candidato a algún puesto de elección popular puede llegar a menos que mienta y prometa regalar cosas a la gente humilde, lo cual tiene que ser transmitido de colonia en colonia, obligando a los candidatos a caminar abrazando y besando a personas que no volverán a ver en sus vidas.
Este lento y lastimoso proceso de transformación de un candidato desde que tiene que hacer estos circos hasta que resulta electo y empieza a buscar departamentos de lujo en Polanco para vivir de la dieta se da de la siguiente manera:
1. Pasa por las calle besando y abrazando a niños y personas mayores para simular que es “uno de ellos”, que “de ahí salió y no se olvidará de ellos”.
2. Una vez que lo ubican, su equipo de campaña reparte publicidad, despensas, paraguas, sandalias, dinero en efectivo y/o cualquier otro regalo para comprar el voto de las personas que sienten que “el candidato visitó sus casas y los está ayudando”
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3. El personaje sólo se pasea por las colonias para verificar cuantas bardas con su nombre están pintadas.
4. Una vez que el candidato gana, empieza a usar trajes de corte fino todos los días aunque afuera esté a 40º centígrados, pero lo hace para verse “presentable” para los “negocios” y “amarres”.
5. Visita la ciudad de México para buscar departamento de lujo en el que vivirá por lo menos los siguientes 3 años.
6. Sólo vuelve a visitar su estado para cobrar los moches con el gobernador en turno por haber “bajado presupuesto”, o para los actos de campaña de su partido.
7. Te vienen unas enormes ganas de cambiar la quimioterapia por agua con sal.