La Alameda Central.- Arturo García, ilustre chavorruco de la colonia Roma, confesó haber entrado en un momento iluminativo y de paz espiritual luego de mirar las flores moradas de una jacaranda del centro de la Ciudad de México.
Para Arturo, como para millones de chilangos, la floración de las jacarandas es el único evento verdaderamente natural a simple vista, el resto de las cosas naturales ocurren muy lejos de su entorno urbano y, por ello, muchos se impresionan con que haya árboles que en esta época del año den flores.
Cuando Arturo vio las flores moradas, lo primero que pensó fue que de algún modo se había teletransportado a provincia donde “ocurren ese tipo de milagros”. Sin embargo, al voltear a su alrededor, se dio cuenta que continuaba en la Ciudad de México y que, por razones desconocidas, ese árbol se comportó como si estuviera en el campo.
Arturo pensó después que la Ciudad estaba transformándose súbitamente en provincia: “yo creí que el ruido del tráfico se convertiría en el mugido de las vacas, que a la gente le brotaría un sobrero de sus cabezas, que nacería un río cristalino y que las estrellas podrían verse en la noche, pero no, sólo este árbol morado fue el único cambio”, aseguró.
Con este simple milagro de la madre tierra le bastó a Arturo para convertirse en un ser iluminado, practicante del amor a la naturaleza, además de vegano, ecologista, ambientalista, animalista y budista. “La contaminación urbana enferma a nuestros hermosos árboles y a la Pacha Mama”,
concluyó mientras pedía un chai orgánico en Starbucks.
La opinión la dio luego de apoyar al gobierno de Ecuador
"Puso en riesgo las relaciones bilaterales con ese país" , espetó el mandatario
CLONADAMENTE CIERTO
ENCHILADAMENTE REAL
DOLOROSAMENTE CIERTO
Ladrón que allane casas será exhibido a nivel nacional