¡Está bien recia la calor!
México.- Vivimos en un país divido, carcomido por sus diferencias. Uno en el que, en lugar de abogar por el interés común, despreciamos a los que son distintos a nosotros. En todas partes nos discriminamos: en el trabajo, en la calle, en la fila del OXXO o en las cabinas eróticas en las que no dejan pasar niños.
Sin embargo, uno de los mecanismos de exclusión más invisibles es el lenguaje. A menudo escuchamos frases que, por la forma en la que están dichas, son motivo de burla; expresiones como “haiga”, “picsa” o “necatsa“. Pero eso sí, otras como “waifu”, “prro”, “ocs” o “100tifiko” son aceptadas, celebradas y reproducidas por la chaviza.
El caso que hoy nos ocupa es el de la expresión “la calor” versus su forma presuntamente correcta: “el calor”. En este caso, un ligero cambio en el género del sustantivo permite develar el perfil psicosocial del emisor y el cual es traído hasta ustedes por el Equipo de Investigaciones Antropomórficas del Deforming.