Desde “¿hay nubes en el cielo?” hasta “¿para cuándo la asada, carnal?”
Provincia.- Llega un momento en la vida de alguno que otro chilango en que la ciudad se convierte en un lugar insoportable, a tal punto que deciden emigrar a otro sitio “más tranquis”. Quizás porque allá encontraron mejor trabajo, o por estudios, o por aventura única y detergente, o porque su amor es de otra entidad federativa.
El hecho es que los chilangos que se mudan a provincia comienzan a tener un proceso de transformación. A esta metamorfosis se le conoce como “Deschilanguización” o “Desbolillización”. Aunque no todos los chilangos llegan a desbolillizarse por completo, el hecho de vivir en un lugar sin smog y con estrellas los dota de cualidades ajenas a su antigua viva cedemequisense.
Ahora veamos, pasito a pasito, cuáles son los principales cambios que un chilango tiene con el paso del tiempo cuando se va a vivir lejos de la concurrida Ciudad de las Quesadillas sin Queso. Anótele bien: