Explorará nuevos horizontes
Miami, Florida.- Enrique Bermúdez, mejor conocido como “el perro“, y quien se encuentra refugiado en EU debido al bullying que ha sufrido después de haber abusado por años de infinidad de futbolistas poniéndoles apodos humillantes, ha decidido que debido al fracaso que tuvo como comentarista deportivo exagerado, ahora intentará probar fortuna en el mundo de las artes.
Y es que el “Perro” siempre ha sentido necesidad de desahogarse por cosas que le pasaron de pequeño y por la frustración de irle al Atlas, por eso se dedicaba a poner apodos a manera de burla a los jugadores, pero ahora que todo eso quedó atrás, intentará hacer catarsis de una manera menos ofensiva para los demás, y más terapéutica para él mismo: pintar.
Tanta ha sido la necesidad de Bermúdez de pintar, que en pocos meses ha logrado completar una buena colección de obras en los que expresa su personal forma de ver el mundo. Su esposa, que siempre lo ha mimado haciéndole “piojito” en la pelona, le comentó maravillada lo bien que se veían sus pinturas, y hasta le dijo, según nos comentó luego el propio “perro”: “¡Ay, gordo, pero si pintas re bien, ¿ya ves que esto es mejor que ofender a jugadores? Yo siempre te dije que eso nos iba a traer problemas, pero que bueno que ya no lo haces ¿por qué no abres una galería para exponer tus cuadros?”
Esa idea se le metió hasta el rinconcito papa de su cabezota, y ahora está aferrado a hacer una exposición.
Esto fue lo que nos comentó emocionado al respecto: “Mi esposa fue la que me impulsó, y las cosas se fueron dando, y la vi, era mía y no la deje ir. El lunes se expondrá en una sala de un reconocido hotel mi colección que llamaré ‘El arte versallesco de tu amigo el perro’, a ver que tal nos va”.
El personaje, quien lleva 30 años viéndose igual físicamente, ahora se ve rejuvenecido con esta nueva etapa de su vida, por lo que nos despedimos de él deseándole toda la suerte del mundo, no sin antes advertirle que Guillermo Ochoa y Vicente Sánchez lo siguen buscando para cobrarles todas las que les hizo. Para malas noticias del “perro”, los dos tienen mucho tiempo libre, por lo que es probable que ambos lleguen disfrazados a sus exposición como “buscadores de arte”, y en una de esas se arme la cámara húngara en medio de las pinturas.