¡Aleluya!
Lombardía.- Un estudio de la abadía de Bologna ha confirmado que escuchar cantos gregorianos alivia el estreñimiento y quita los retortijones causados por comer en la calle.
Según la investigación, los mantras pronunciados por monjes benedictinos alcanzan una escala en sintonía con la actividad intestinal para facilitar las deposiciones.
“Mucha gente toma café en las mañanas para sacar las enchiladas de la noche anterior. Si escucharan cantos gregorianos al levantarse, limpiarían por completo su estómago“, explicó Fray Umberto Eco, quien tiene pensado escribir una novela de todo lo que pasa en dicho retiro montañés.
Luego de que se diera a conocer la información anterior, abadías, seminarios y monasterios han recibido cientos de peticiones de personas con estómago inflamado para participar en los ritos matutinos, aunque los primeros no recibirán respuesta hasta que terminen de hacer la dotación de rompope que tienen que hacer el día de hoy.
Los monjes, quien siempre han sabido lo anterior, suelen salir con sigilo del recinto luego de cantar sintiendo el llamado de la naturaleza que los obliga a colocarse en la montaña en cuclillas viendo el río Rubicon.
“Los efectos de los cantos se agudizan en ateos, aunque no tenemos la explicación para ello”, agregó Eco.
De confirmarse lo anterior, las tiendas agnósticas, tenderetes de adivinos y puestos de Lotería Nacional empezarán a vender discos de los monjes cantores con la intención de ayudar a sus clientes laicos con problemas de digestión.
