Uh la la lá señor francés
Provincia.- El perfil oficial de Twitter de Guía Michelín en el Reino Unido sacó una foto que encendió las pestañas de los duros críticos de gastronomía alrededor del mundo, pues mostraba una singular presentación para un postre que han comido millones de veces en una nueva y divertida forma para comerlo: la chancla-postre.
Este creativo platillo es creación del chef Peter Maria Schnurr, empleado en el elegante restaurante Falco en Alemania, donde tiene un precio de 11 euros, lo que vendría siendo alrededor de 250 pesos mexicanos o 50 viajes en metro, que viene a ser lo mismo que decir “está muy pinshi caro para un pedorro postrecillo”.
La chancla en cuestión se convierte en “plato”, (que por ese precio esperaríamos poder al menos darle una mordida), el cual contiene tomate tamarillo helado con champán sobre una capa de “arena” de nueces tostadas, setas y polvo de algas. Uy qué rico, cómo se me antoja esa chanclita con dos bolas de algo caro relleno de otro algo más caro, dijo nadie nunca.
Obviamente, el tren del mame europeo de primer mundo se dejó caer con las mejores bromas que les da su humor sofisticado de gente bien que se cotorreó bien suave a la chancla de postre gourmet.
Y como en México casi no nos gusta copiar, ya salieron los primeros restaurantes internacionales ubicados en provincia que venden este tipo de postre con una presentación para el selecto mercado de “chilango en vacaciones“, el cual busca algo que lo haga sentir bienvenido, como en casa (o sea hotel) e identificados con sus raíces e identidad propia (o sea nacones).
La única inconveniencia que se ha encontrado con esta implementación ha sido que la fábrica productora de este tipo de chanclas es la primera abastecedora para señoras alrededor de la República, por lo que se reporta una escasez nacional en los hogares mexicanos, así como una disminución de violencia contra los niños al no encontrar con qué golpearlos.