Reino de los Cielos.- El Papa Francisco, vocero de Dios que quita los pecados del mundo y tiene piedad de nosotros, ha anunciado que Dios está harto de ser el aval de la gente y, a partir del próximo ejercicio fiscal, comenzará a cobrar interés de aval.
La decisión se tomó como consecuencia del abuso de la muletilla “que Dios se lo pague” utilizada en los conceptos en los que el receptor de un favor se muestra muy agradecido por las bondades recibidas, pero no tanto como para desembolsar una compensación monetaria a su acreedor.
Fue en la última videoconferencia que sostuvo con su Santidad en la que se discutió si Dios debía bendecir sus propios alimentos antes de cada comida.
Mientras que el Papa intentaba convencerlo de que debía dar el ejemplo por su condición de Altísimo, el Señor insistía en que no tiene sentido agradecerse a sí mismo.
Francisco no está dispuesto a seguir compartiendo la tarjeta Vatican Express que utiliza para pagar sus viáticos con el resto de los creyentes que acostumbran realizar cargos a Dios por los favores recibidos de parte de otros pecadores, por lo que ha llevado a la mesa de discusión el tema.
La noticia ha caído como balde agua bendita fría entre los fieles, quienes deberán tramitar la tarjeta de débito Visa Pentecostés a través de la Banca Vaticana para realizar los abonos necesarios si desean que Dios continúe administrando los pagos de sus favores.
Con información de Daniel Rodríguez
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