Calaveritas El Deforma presenta:
México.- Cuentan los que dicen que, muchos años antes de que existiera el maravilloso tren del mame en internet, ya había mamecillos los cuales se transmitían en las hojas impresas de un periódico. Además de las caricaturas políticas, en estas fechas se acostumbraba compartir calaveras literarias.
Antes de llamarse “calaveras” se llamaban “panteones” y el mame era escribir una especie de epitafio (“Aquí yacen los restos de fulano”) para algún político o personaje de la farándula que fuera fácil de bulear o echarle carrilla. O sea, aun cuando no estuvieran muertos esos personajes, se les redactaba un epitafio y, en lugar de alabarlo o hablar de sus méritos (como suele suceder en los epitafios de a deveras), se hablaba de las cosas malas que hizo y de los motivos por los que La Muerte (La Parca, La Huesuda, La Calaca) se los cargó. Y de este modo nacieron las calaveritas literarias.
Así es, amigos lectores, las calaveras literarias son las primeras no-noticias que existieron; eran como el Deforma de nuestros tatarabuelos, (pues en ellas se hablaba de la muerte de alguien que aún no había estirado la pata).
En El Deforma te hemos cocinado algunas “Calacas” con los principales mames de lo que va del año. Léeles, disfrútalas, compártelas. Acá te van:
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