Fieles difuntos vendrán a jalar las patas a familiares que no dejen comida

“Ya están advertidos, mortales”, sentenció Mictlantecuhtli

Mictlán.- El vocero del inframundo, Xoloitzcuintle Mayor, confirmó en conferencia de prensa que, por mandato de Mictlantecuhtli, deidad de los muertos, nuestros fieles difuntos tendrán el supremo e inapelable derecho de venir a jalar las patas a los familiares vivos que se pasen de vivos y no pongan comida en las ofrendas.

Al respecto, el tío abuelo (que en paz descanse) de uno de nuestros becarios, confesó que desde hace un par de años sus familiares ya no le ponen el pollo con molito que tanto le gustaba, “¿ya no se acuerdan de mí o qué caray?”, exclamó calavéricamente enojado.

La bisabuela (que en paz descanse) del señor de los tamales también afirmó que su descendencia tampoco ha puesto los tamales de rajas y de verde que ella disfrutaba cuando estaba en vida, “sí, joven, es justo y necesario ir y jalarles las patas a mis hijos y, si siguen de necios y no quieren dejarme comida, les doy con la chancla”, expresó.

Muchos otros fieles difuntos de nuestro país aplaudieron el dictamen de Mictlantecuhtli y dijeron que con mucho gusto jaleonarán las patas de todos los familiares que no hayan puesto comida, “y, ya de paso, que no se olviden ponernos un tequila”,

aseveró más de un difunto, mientras escuchaban a Juan Gabriel en la placita del Mictlán.

Por su parte, el gran caricaturista Eduardo del Río, mejor conocido como Rius, aprovechó para saludar a toda la raza del reino de los vivos y decirles que pongan comida saludable en las ofrendas, pues “La panza es primero”, y que no se olviden de hacerle la vida imposible a los políticos macabros, “ésos sí son el verdadero chamuco”, dijo.

Asimismo, millones de perritos y gatitos que ya descansan en paz exigieron que les dejaran algo de alimento que disfrutaban en vida, además de que pusieran sus fotografías y algún juguete.

Se espera que, con esta advertencia del Inframundo, millones de mexicanos no olviden poner un poco de comida para sus difuntos, y que, por favor, sea comida de a de veras, no maquetas de comida.