Ciudad de México.- Ciudadanos de la delegación Iztapalapa, una de las más pobladas comparada sólo con la sobrepoblación de Bombay, pondrán fin a la escasez de agua que afecta a esta delegación de una manera crítica construyendo una cubeta gigantesca que más de 70 metros.
El Rey de Iztapalapa convocó a sus feligreses en el centro de la delegación para dar la gran noticia: “Preparaos todos, que nunca más faltará el agua en esta nuestra tierra sagrada, pues hemos de construir un artefacto colosal que capturará el agua de la lluvia, tan eficaz como la que existe en cada hogar. El arca de Noé se la va a pelar“.
Innovación en la tierra del sol
Dicha construcción requerirá de 37 años para ser finalizada (4 años más de lo que pudo aguantar Yisuscraist). Recordemos que si bien es importante recolectar agua para cientos de civiles sedientos, no pueden descuidar la bella tradición de La Pasión de Iztapalapa de Semana Santa. Prioridades, señores.
Toneladas de esfuerzo humano trabajarán día y noche por recolectar la bendita leña de los árboles, porque esa cruz de madera no se va a forjar sola. Ah, y luego la cubeta.
Esta cubeta, similar a un caballo de Troya pero con menos estilo y más desesperación humana, podrá abastecer al 80% de la población iztapalapatense que carece del líquido vital la mayor parte del año. Los materiales que se utilizarán serán de la más alta tecnología en el armamento de cubetas rojas, además de tener un mango simbólico de 20 metros de alto.
Ya se planea la inauguración del nuevo símbolo de esta parte de la ciudad, a la cual también se podrá ver desde un avión. Mientras tanto la Secretaría de Turismo ya espera que este lugar, esta Atalaya mexicana, sea usado como punto de reunión, superando por mucho a la famosa estatua de Hachiko San en Japón.
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