Internetepec.- Un egresado de la carrera de Administración, o Bibliotecología, o Actuaría, o algo así, anunció a sus familiares que su futuro no estaba en ninguna de esas áreas académicas sino en un talento innato recién descubierto: fotógrafo profesional.
El descubrimiento fue gracias a la red social Instagram, ese exótico y colorido lugar donde todos compiten por aparentar más felicidad o mejor estabilidad emocional. El ahora fotógrafo profesional dijo que a él nunca le había interesado eso de las redes sociales, “nomás tenía el feis, pero casi no lo ocupo”, confesó.
Sin embargo, apenas egresó de su carrera universitaria, sintió un vacío existencial ocasionado por no tener más tarea ni trabajos finales (“siempre fue muy ñoño”, comentaron sus compañeros). Ese enorme hueco sólo podía llenarse con una fuerte dosis de internet, así que decidió abrir todas las redes sociales y aplicaciones, sólo “para pasar el tiempo”.
De esta manera llegó a Instagram. 50 fotografías después de haber creado su cuenta, se percató que él no era un simple mortal, sino que su verdadero talento era tomar fotos desde su celular. Sin querer, le tomó una foto a su silla, le puso unos filtros y… ¡pum!, ¡se volvió fotógrafo profesional de la noche a la mañana!
Después comenzó a tomarle fotos a los gatos de su colonia, a los tenis colgados de los cables, a su comida, a sus libros, a la lluvia e incluso a los charcos. Ah, claro, a las nubes, las nubes no pueden faltar en las galerías de neofotógrafos. Al respecto, su tía comentó que “muy bonitas tus fotos, mijito,
sales muy guapo, me saludas a tu mami”.Cuando se le preguntó a este joven que si piensa comprar una cámara profesional o tomar clases de fotografía, él sólo se limitó a responder que: “nel, que eso lo hagan los que no tienen talento”.
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CLONADAMENTE CIERTO
ENCHILADAMENTE REAL
DOLOROSAMENTE CIERTO
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