Con las manos en la masa
Ciudad de México.- Un hombre de aproximadamente 58 años fue remitido al Ministerio Público de la ciudad por reportes de una trifulca sucedida en su hogar. Los vecinos llamaron a las autoridades debido al escándalo producido la madrugada de este miércoles.
Al tomar su declaración, el hombre dijo que tenía varias semanas sospechando de cierta infidelidad por parte de su esposa, pues las emergencias médicas que tenían sus amigas aumentaban conforme transcurrían los días.
El lunes por la mañana, decidió que tomaría las rienda de su vida y espero a que su esposa le diera el pretexto de siempre. Salió a dar una larga caminata y regresó justo a la hora planeada. Cuando vio que su mujer salía de su hogar, la siguió a una distancia adecuada para no ser visto.
Calles más adelante, el hombre miró a su pareja entrar a una cantina y siguió sus pasos. Dentro del recinto, pidió ayuda al cantinero, quien lo direccionó hacía el sótano del lugar. Cuando bajó, escuchó ruidos extraños que alentaron su paso. En la pared, observó la sombra de su mujer hincada y ahí fue cuando decidió actuar…
Un grupo de rosarios clandestinos para católicos de closet se llevaba a cabo de manera secreta. “Yo me casé con una atea, no bauticé a mis hijos porque ella me lo pidió, sacamos todas las cruces de la casa porque ella así lo quiso…y ahora esto”, declaró el hombre.
El hombre se llevó a su esposa hasta su casa, donde discutieron sus problemas hasta comenzar los gritos y la llegada de la policía. Se espera la resolución del caso para el viernes próximo.
