Tormenta de Arena City.- En las oficinas de El Def… digo, en las oficinas de un diario satírico de un país muy, muy lejano, el Equipo de Investigaciones Domésticas y Quehacerescas se puso a platicar sobre un tema que los retóricos de la antigua Roma conocían como el modus lavandi et secandi de la ropanorum, que no es más que el arte de lavar y secar la ropa.
Muchos colaboradores de dicho equipo contaron su método para tan aburrida pero necesaria tarea: hicieron equipos de tres y discutieron el tema durante un rato. Como ustedes sabrán, muchos becarios de El Def… digo, de ese diario satírico de un país muy, muy lejano son millennials y millennials-chavorrucos, así que sus conclusiones están enfocadas a este divertido, envalentonado y atractivo sector de la población. Veamos los resultados:
Vives con tus papás. Sacrificas un fin de semana al mes para lavar una montaña de ropa. Eres metódico, pragmático, mecánico, sistemático, y categórico. Tu ropa, los primeros quince días huele bien; los siguientes quince días, huele a que ya llevas un rato sin lavar.
Te sobra barrio. Tienes musculatura de guerrero troyano. Las palmas de tus manos están duras y llenas de callos. Eres retro, pues conoces los chismes de la gente no por Facebook, sino mientras estás lavando la ropa.
Tus padres te corrieron de la casa. Estás en busca de un empleo y necesitas lavas una camisa para estar presentable.
Vives con roomies. Trabajas y estudias. Apenas tienes tiempo para ver un meme al día. Tarde o temprano, tendrás un empleo que te permitirá llevar tu ropa a la lavandería.
Eres la persona que lavaba sus chones en la regadera, ahora ya conseguiste un trabajo.
Tu desorganización es una forma de vida. Descubres que no tienes calzones limpios, entonces te pones a lavar unos en el lavadero, usas jabón de manos y hasta le pones un poco de champú.
Una de dos, o eres artista conceptual que intenta romper los paradigmas de la vida doméstica o eres el que lava los calzones en el baño, pero está ocupado el baño.
Sufres de estrés cada vez que llueve. Aunque estés de vacaciones, si cae una ligera llovizna, inmediatamente exclamas: “¡la ropa!”
Si extiendes tu ropa en los muebles de tu casa y afuera está lloviendo, no hay problema. Pero si hace buen sol, significa que te dio mucha hueva subir a tender.
Oficinista con poco tiempo. Te urge que tu ropa quede seca, así que la metes al horno. Tu ropa adquiere un extraño olor que lo neutralizas con perfume.
¿Salir a tender? ¿Qué es eso? ¿Es algo que enseñan en escuela pública?
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CLONADAMENTE CIERTO
ENCHILADAMENTE REAL
DOLOROSAMENTE CIERTO
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