Al parecer nunca existió
México.- Entre los escombros de una ruinosa, apestosa y defectuosa estructura gubernamental, un grupo de socorristas voluntarios tuvo que actuar de manera inmediata para salvar vidas y ayudar a quien lo requería.
Al percatarse de que la clase política no aparecía, un grupo de rescatistas acudió en su búsqueda para saber qué les pasaba. Se corrió la voz y las televisoras arribaron al lugar del siniestro, convirtiendo la búsqueda en un reality show barato, utilizando la tragedia como un escalón mediático.
Las horas transcurrían lentamente y mientras los rescatistas trabajaban horas sin descanso bajo la lluvia y arriesgando su vida, los políticos angustiados esperaban ser rescatados en algún restaurante de Polanco. Todo el país los volteaba a ver.
La estructura política siempre ha sido débil ante catástrofes naturales y esta vez no fue la excepción. Lo peor estaba por venir, pero la presión social hizo que se escucharan algunas voces entre los escombros.
Los políticos salieron a la luz presumiendo sus cuantiosas donaciones de dinero que no es suyo y tratando de sobresalir utilizando la tragedia como un beneficio político. Lo peor se había confirmado, los rescatistas en silencio sacaron los restos de un corazón muerto y un alma inexistente.