Gafómetro para toda ocasión
México.- Hubo un tiempo en que el hombre fue perfecto. Su visión era clara como la de un águila, su precisión era la de un arquero, su olfato era el de un lince. Sin embargo, con la progresiva llegada del cine, la tele y el celular, el ser humano fue forzando su vista para que se adaptara a los estímulos más alucinantes.
Además, hubo muchos otros que sin padecer miopía o astigmatismo, comenzaron a usar los lentes nomás pa’ farolear o para aplicar épicos “Turn down for what”.
Por ello, nuestro Equipo de Oftalmólogos del Deforma preparó una guía de personalidad, para que sepas qué lentes te embonan más, o cómo éstos pueden afectar tu pensamiento, palabra, obra y omisión.
1.
Eres un irredento intelectual. Tienes estudios universitarios pero no te interesa acabar tu tesis ya que estás en guerra con el mundo. Por ello, combinas perfectamente tu café de Starbucks con tu iPhone, y ambos con tu descuidada hoodie negra, pues lo que más te distingue es ser antisocial.
2.
En el mundo de las apariencias, tú eres la reina. No importa lo que tengas que hacer o pagar, lo importante es resaltar tus atractivos y aflorar la belleza interna que llevas dentro a base de maquillaje, pestañas postizas, tinte de pelo y una que otra manita de cirujano.
3.
Tienes menos de 30 años pero tu espíritu es el de un hombre sabio de 123. Usas suéteres, boina y eres fan de la cuerdita que cuelga entre tus lentes y tu cuello. A pesar de ser de la vieja escuela, tu trabajo tiene que ver con la computación y la programación.
4.
Instagram estaría orgullosa de ti. Eres cool, inteligente y asertiva. De niña te bulleaban por tener el cuello muy largo, pero hoy en día, con dos o tres modificaciones a tu imagen, además de una fuerte campaña en redes sociales, puedes volverte un ícono de la moda, un personaje de Wes Anderson cortado a la medida de tu cámara.
5.
Toda la parafernalia con la que cubres tu persona, no es sino la manera más efectiva de ser tú mismo. No te importan lo que piensen de ti, eres apasionado y estás dispuesto a defender los colores de tu equipo hasta que caiga el último diente del que se atreva a mentarle la madre.
6.
Eres La vieja escuela. Has sido aventurero, investigador, abogado, militar y profesor. Formaste parte de grupos comunistas antes de volverte un acaudalado sindicalista. Tienes un sentido del gusto extravagante y arraigado, en el que congenia la sobriedad con lo exótico. Seguramente has dejado tu legado en muchas generaciones, quienes temblaron de miedo al verte llegar con actitud de matón.
7.
La extravagante sencillez de tu atuendo refleja a la perfección que llevas al barrio a todas partes. Eres una guerrera, una maestra de la actitud y una defensora de la clase proletaria. Tal vez por ello es que, vayas donde vayas, tu barrio te respalda.